México es uno de los países con más variedad de pan dulce, cada una de sus regiones se caracteriza por sus sabores, formas y colores que dan vida a la tradición, en donde revive al fuego de los hornos el ingenio y sazón de nuestras raíces indígenas, en donde el principal ingrediente siempre ha sido la creatividad.
Y es que en cada pieza que la historia de la panadería nos ha brindado, es visible el ingenio e innovación de los maestros del pan, delineando así una especie de hechizo en donde el cliente se enamora a primera vista de su pan favorito, esta magina esta compuesta por diversos factores, la vista que se viste de un exquisito olor y el sabor que conquista al paladar más exigente.
Más que un trabajo, la vocación del panadero implica un enamoramiento por la gastronomía, en donde es crucial perder el miedo a nuevas mezclas de sabor y estar pendiente al gusto del cliente y sus valiosas sugerencias, las tendencias y acontecimientos del contexto han dado vida a panes como la “manteconcha” y la “coronaconcha”.
Es entonces que estos hornos llenos de tradición se convierten en incubadoras de creaciones que serán la carta de presentación mas importante para toda panadería y que invitarán con su sabor a una nueva visita, en donde se espera ser sorprendido por nuevos colores y sabores, ingredientes perfectos de un arte comestible.
Finalmente es necesario resaltar que el objetivo de un buen pan, no es solo alimentar sino generar experiencias de sabor únicas, esos momentos únicos en donde recuerdas el olor de una merienda con la abuela, ese café con pan que te acompaño en momentos difíciles que has superado con éxito.
¡¡Te invitamos a ser parte de la Familia Biscoti y nos cuentes cual es tu pan favorito y que sabores te gustaría degustar!!
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